ejercicio poesía
ejercicio uno
Tus leyes severas de suplicio y castigo
que obligan la sesgada guerra de consagración
como flor de loto rompiendo el cielo
y aquel libro que te somete en respiración dolorosa
La rosa del Nilo que refugia mi llegada
Y me besa los labios sangrantes mutilando recuerdos
Aquellos aciagos sonrientes y prohibidos
Como rechazo ajeno de lo que me he convertido
ejercicio dos
Fueron los frutos aflictivos
del deleitoso zumbar de aquellas alas
como presagio angustioso
de noches blancas y dulces cápsulas
La sombra del naranjo
La dulce miel de nuestra tierra
florece en ilusiones yermas
que alimentan el verde sueño de lo mío
Los efectos secundarios
Eran rotos ríos de gozo
como ahogo cálido de aflicción
de serpientes y pichones
Tragaba pastillas tormentosas
buscando ácida muerte
encontrando prisión de brazos blancos
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