Cosecha de huesos y azúcar
The Farming of Bones traducida como Cosecha de huesos de
Edwigde Danticat cuenta la historia de Amabelle, una joven haitiana que,
después de la muerte de sus padres cuando era una niña, es recogida por una
familia dominicana para la que comienza a trabajar como sirvienta durante los
años posteriores, llevando así una vida sin quejas dedicada casi por entero a
esta familia que le dio un techo y un trabajo. De esta forma ella convive con
su situación de orfandad y de empleada acostumbrada a que, cuando se trabaja para otros, se aprende a estar presente e invisible a
la vez.
Mediante una narración casi poética se
va mostrando más de cerca cómo funcionaban las diferencias culturales
dominicanas y haitianas en ese entonces, ya que la protagonista mantiene
relación con ambas partes: trabajadores de la cosecha (incluyendo a su pareja,
Sebastien) y sus patrones dominicanos, del mismo modo se muestra cómo viven en
ella varios traumas que no pueden dejarla en paz afectándola, incluso, en
sueños.
Así es como la autora plantea,
mediante la ficción de Amabelle, una de las historias más sangrientas entre
Haití y República Dominicana desde la perspectiva de los vencidos, sumando
varios aspectos de ambos países que presentan una causa más para varias de las
problemáticas que persisten aún hoy en esta isla compartida. Algo que se
destaca mucho en la novela y se pone en el título es la cosecha, la cosecha de
caña de azúcar…
Pese a que el azúcar produce en el
paladar sensaciones agradables y dulces, su historia no sigue la misma línea
argumental. Investigar la historia del azúcar trae consigo una amarga
desilusión pues, este oro blanco consumido por siglos por la gente noble tiene
en su base una larga relación con la esclavitud. Aunque no es la caña de azúcar
la única vía de producción de esta ‘sal dulce’, es la cosecha de esta la que
tiene el símbolo de la esclavitud marcado en cada uno de sus pasos.
El título de la novela Cosecha de Huesos proviene del término
creole ‘travay te pou zo’, en inglés
‘the farming of bones’ refiriendo en
él no solo la cosecha de la caña de azúcar (que a lo largo del libro es
constantemente comparada con la vida de los trabajadores haitianos como aquí:
‘‘Pregunté, como si fuera esa la única
forma posible de herir a una persona: triturándole casi el cuerpo como el
trapiche tritura la caña’’) sino también al suceso histórico de 1937
conocido como la Masacre del Perejil en el cual el dictador Rafael Trujillo
mandó a matar a haitianos en República Dominicana, siendo el arma de matanza
principal el machete (igual que en el proceso de la cosecha).
La cosecha de la caña de azúcar es
un proceso exhaustivo, en la novela podemos verlo en diversas descripciones
como cuando la protagonista habla del cuerpo de su novio que ‘es fatuosamente bello, aunque los tallos de
la caña le hayan llenado de cicatrices fruncidas y zigzagueantes’ e
incluso afirmando que es mejor la muerte que el trabajo de la caña pues cuando
uno de los trabajadores muere ella ‘sabía
que (Sebastien) envidiaba a Joel porque ya no vivía en la plantación’.
Si bien se puede hablar
históricamente sobre la abolición de la esclavitud durante todo el siglo XIX,
también se puede afirmar que, al igual que la independencia de varias colonias,
la aprobación de nuevas leyes estaba lejos de cambiar la situación de las
poblaciones que por siglos habían vivido y pensado en, por ejemplo, la
esclavitud como algo natural. De hecho, la abolición legal de la trata y la
esclavitud se muestra como la cara de una moneda que al reverso continuaba una
historia mucho más oscura.
Edwidge Danticat, como mencionamos
antes, escribe su historia durante 1937, siendo pleno siglo XX en el cual se
supone que la esclavitud ya ha sido expulsada por completo de las sociedades
occidentales, colonizadas… Sin embargo, las condiciones laborales asalariadas
de aquellos que se dedicaban al ya dicho, exhaustivo proceso de la cosecha,
podían funcionar como una analogía propia de la esclavitud. Especialmente
porque se buscaba (incluso en la actualidad) una mano de obra ‘barata’
utilizando, por ejemplo, las propias necesidades de algunos migrantes para
aceptar cualquier trabajo por pura supervivencia.
Además de las precarias condiciones
de trabajo alrededor de la exitosa industria del azúcar, las ideas raciales
también estaban lejos de haber cambiado. La inferioridad asignada a la negritud
de la piel frente a la que no lo era permeaba aún en las sociedades donde
incluso existía una población mayor de personas ‘de color’ (usando este término
para englobar a todos aquellos que no eran blancos).
Aún a la fecha este pensamiento
permanece fuertemente arraigado en la mentalidad de muchas personas y Edwidge
Danticat logra reflejar esta idea atemporal con el nacimiento de los gemelos de
la Señora Valencia: el primero, un niño blanco, y el segundo, una niña morena.
Desde el inicio la idea racial (dejando por otro lado el género) queda
establecida en el diálogo que la madre dice a Amabelle: ‘‘-Amabelle, ¿crees que mi hija siempre será de
ese color? -preguntó la señora Valencia-. Pobre tesoro mío, ¿y si la toman por
uno de los tuyos?’’
Cuando hablamos de la Masacre del
Perejil es importante recordar que, aunque el objetivo siempre fue matar a
haitianos, se conoce que varios de ellos habían nacido, en realidad, en
República Dominicana. Otros, como los personajes de Edwidge Danticat, Sebastien
e Yves, eran migrantes en busca de mejores oportunidades de vida. Esta división
que hace la Señora Valencia frente a Amabelle designándose a sí misma junto con
su familia como un Nosotros y a Amabelle y su gente como Ellos plantea
perfectamente esta división racial que genera discriminación y violencia
sistémica.
Ejemplos de estas últimas dos logran
verse cuando el esposo de la Señora Valencia tira toda la vajilla que fue usada
por los trabajadores que invitó su esposa a tomar café, o en el preciso
instante en el que el Señor Pico mata a Joel, un trabajador de la caña a quien
atropelló en un descuido, y por quien no hay una ‘justicia’ adecuada. Sin
olvidar mencionar que era común: ‘Se lo pasaban oyendo sobre (...) cuellos
cortados por machetes durante peleas por unos pesos en la molienda de la caña.
A los trabajadores de la caña les sucedían cosas así todo el tiempo’
Judith Butler (2020) hace una
división entre vidas ‘llorables’ y ‘no-llorables’ en su libro Sin Miedo, una crítica de la violencia de
nuestro tiempo donde también menciona a los migrantes y esta idea es la
que, unida con el racismo, ilustra bien esta historia:
‘‘Se presenta a los migrantes como
un presagio de destrucción, como portadores de destrucción que envenena la
identidad racial, o nacional, con impurezas (…) Esta proyección, esta
consideración del otro (…) es solo una de las muchas modalidades de
destrucción, de categorizar al otro como no-llorable, precisamente porque no se
le considera vivo, sino una amenaza para la vida’’ (Butler, J. 2020)
Edwidge Danticat, a través de la
historia de Amabelle, logra contar la vida de miles de personas huérfanas de
tierra, explotadas y discriminadas por sus orígenes además del suceso histórico
tan lamentable que acabó con la vida de muchos haitianos. No es solo una prueba
de lo que sucedió, sino una prueba de lo que continúa sucediendo, y es
importante leerla no sólo para conocer sino para no olvidar.
REFERENCIAS
Butler, J. (2020) Sin miedo. Taurus.
Danticat,
E. (1998). The farming of bones: A novel. Soho Press.
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